Las cajas se han utilizado, a lo largo del tiempo, como decorados de la escenografía teatral; como partes de un decorado efímero donde la cultura y el arte tienen cabida.
Además del teatro, el cartón sirve también para englobar ideas y poder transmitirlas a través de la encuadernación.
Nos encontramos con Pensaré Cartoneras, un movimiento donde se comparten textos, poéticos y políticos, sobre crítica social y divulgación cultural. Pero, además de compartir cultura y difundirla, este colectivo ha querido hacerlo de una forma más que original: encuadernar los libros con materiales reciclados y personalizarlos, dotándolos de personalidad y autenticidad.
Hoy nos reunimos con ellos para conocer....
¿De quién fue la idea de editar libros en cartón?
La idea nace de un proyecto hermano anterior, Revista Eclèctica Estudios Culturales. Algunas de las que empezamos el proyecto de Pensaré Cartoneras compartíamos ese espacio y participabamos en la creación de aquella revista sobre lugares y movimientos. Creimos que el formato revista no era un buen medio para dar a conocer nuestras ideas y movimiento.
Para seguir publicando «pensamiento extraño» debíamos hacerlo con un formato extraño. Y ahí vino lo que habíamos visto en cartoneras latinoamericanas.
El cartón para la tapa de un libro es un grito hacia un mundo de consumo ciego: nos señala una verdad distinta sobre qué es o puede ser un libro.
¿Por qué el cartón y no otro material?
El cartón nos permite transmitir la idea de lo precario. Es un material frágil, pero no débil, resistente, y sobretodo reutilizable. El cartón, que reutilizamos, es una forma de reducir la producción masiva y poder seguir haciendo lo que nos gusta. El cartón guarda historias de vida, viaja, se ha de apropiar para que sea útil. Nos pone en la disposición de que todas podamos usar el material base y trabajar con él.
Habéis estado en ferias, organizáis talleres, etc. ¿Cuál es la reacción de los amantes de la lectura tradicional a esta nueva forma de encuadernar?
Bueno, es curioso. En las ferias y encuentros, en general, la gente responde mucho mejor que cuando los libros están en librerías o espacios más tradicionales que no fomentan necsariamente el cara a cara. El proyecto gusta cuando la gente se acerca, abre el libro y ve que se trata en realidad de un texto (para esto, primero hay que estar abierto a lo diferente y a lo que estamos acostumbrados). Después, analiza que es una forma original, pero también tiene un sentido: intenta hablarnos, crear algo propio y mantener una idea entre forma y contenido.
¿Creéis que es un material que veremos más en casa (no sólo en los envases) en un futuro?
El cartón reutilizado es un material noble, más que el plástico: puede usarse en miles de cosas que apenas intuimos. Está abierto, se abre como una piel cuando lo cortas, has de tener cuidado con él; el cartón, esperemos, empieza a ser una cosa más común entre nosotras, y sobretodo el hecho de reutilizarlo y reciclarlo. Darle usos distintos, protegerlo. El cartón, para la tapa de un libro es un grito hacia un mundo de consumo ciego: nos señala una verdad distinta sobre qué es o puede ser un libro.
¿Tenéis algún reto “imposible”?
Vamos caminando, «pensaré caminando» decimos, a ver qué encontramos....
